Debo ser esméril

- Doctor, yo debo ser esméril, o mi marido imponente, porque llevamos dos años de relaciones marítimas y aún no hemos tenido trascendencia.
- Querrá decir descendencia.
- Me es inverosímil. Ambas palabras son sinagogas; ¿no será, doctor, que todavía me hacen efecto los anticorrosivos que tomaba para no quedar embalsamada?

sábado, 5 de octubre de 2013

Legrado vs. Esmerilado

(Imagen hecha con la IA, perdonad las imperfecciones)

El legrado es un procedimiento médico que también implica un "raspado" o "limpieza" del interior del útero. Aunque ambos términos (esmerilado y legrado) implican procesos de fricción y remoción, tienen naturalezas y connotaciones simbólicas muy diferentes en el contexto de la maternidad y la infertilidad.


Comparación Simbólica: "Mamá Esméril" vs. Legrado

AspectoEl Proceso de Esmerilado (Símbolo de la Infertilidad)El Procedimiento de Legrado (Símbolo de la Pérdida)
AcciónPulir, lijar, desgastar la superficie.Raspar o limpiar las paredes del útero.
InstrumentoEsmeril: un mineral duro, abrasivo.Legra o cureta: un instrumento médico afilado.
PropósitoTransformación y perfeccionamiento. Convertir lo áspero en fuerte y liso.Limpieza y remoción de tejido (después de un aborto espontáneo o voluntario, o para diagnóstico).
ConnotaciónResiliencia, fortalecimiento, perseverancia. El desgaste lleva a un mejor resultado.Pérdida, trauma, punto final. Se asocia con el final de una gestación o un proceso difícil.
Resultado para la "Mamá"El desgaste del proceso te hace más fuerte y te prepara para la maternidad.El raspado remueve el tejido, simbolizando la necesidad de "empezar de cero" después de una pérdida.

Conclusión para "Mamá Esméril"

Si el legrado simboliza la herida o la pérdida que a menudo se encuentra en el camino de la infertilidad, el esmerilado simboliza la sanación y el proceso de construcción que viene después.

La Mamá Esméril es una mujer que, aunque haya pasado por el doloroso "raspado" de un legrado o por el intenso "lijado" de los tratamientos de fertilidad:

  1. No se ha roto.

  2. Se ha pulido y se ha hecho más fuerte con cada intento.

  3. Ha usado la dureza del camino para alcanzar un estado de perfeccionamiento emocional y físico, lista para recibir ese positivo que tanto le ha costado.

El nombre del blog es una hermosa reivindicación de que el dolor no destruye, sino que refina.

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